Como resultado de un compromiso con la innovación, la tecnología y la sostenibilidad, la industria del envase flexible con sus actores de la cadena de valor, de la que Mespack es empresa líder, ha hecho del envase flexible, debido a sus muchas ventajas, una elección cada vez más popular.
En primer lugar, el envase flexible hace que los productos comestibles y no comestibles sean más seguros, cómodos y agradables. Además, se añade valor, lo que aumenta su comerciabilidad. Por consiguiente, gracias a la combinación de materiales de la más alta calidad, como el plástico, el film, el papel y el papel de aluminio, es posible ofrecer múltiples propiedades protectoras utilizando una cantidad mínima de material.
El envasado flexible persigue la ligereza sin renunciar a la resistencia, la protección y el sellado óptimo. Además, hace que un producto resulte más atractivo en el lineal. La versatilidad y eficacia del envase flexible, en cuanto a conservación de recursos, cualidades personalizadas y sostenibilidad, lo convierten en la opción ideal para responder a las necesidades de envasado de un producto, independientemente del sector al que pertenezca.
La siguiente información explica más sobre las ventajas de elegir envases flexibles, que:
– Es más sostenible al utilizar menos materias primas. Se puede ahorrar hasta un 70% de plástico cambiando el envase rígido por el flexible.
– Optimiza el transporte y el espacio, gracias a su ligereza. El peso de varios productos envasados con envases flexibles puede reducirse en un 50%, con la consiguiente disminución de los costes de envío del producto.
– Envasa un gran volumen de producto con la menor cantidad de envase posible. Por ejemplo, 1,5 libras de envase flexible envasarán la misma cantidad de bebida o alimento líquido que 50 libras de vidrio.
– Prolonga la vida útil del producto y mantiene la frescura de su mercancía. A modo de ejemplo, la vida útil de los pepinos envueltos en envases flexibles se prolonga de tres a 14 días; los plátanos envasados en envases flexibles tienen un proceso de maduración lento y una vida útil prolongada de hasta 35 días.
– Genera menos residuos, gracias a una eficiente relación producto/envase. Con un volumen equivalente, la producción de una bolsa flexible para alimentos requiere un 75% menos de energía que la de una lata metálica.
– Requiere menos agua y energía para su fabricación y transporte, por lo que genera pequeñas cantidades de gases de efecto invernadero de camino al mercado.
– Incluye numerosos cierres y opciones de dispensación para aperturas y resellados.
– Ofrece diseños muy llamativos gracias a sus múltiples opciones de personalización.
Los envases flexibles están a la vanguardia de las tendencias de envasado relacionadas con diversos aspectos del producto, como el diseño y el rendimiento, la protección, la comodidad para el consumidor y la sostenibilidad. En consecuencia, el medio ambiente, los consumidores y las empresas salen beneficiados.
En Mespack, no sólo le acompañaremos en esta transición al envasado flexible, sino que también le ayudaremos a dar el salto para producir envases con materiales reciclables, reciclados, biodegradables o compostables.
Le animamos a que se ponga en contacto con nosotros para explicarnos su proyecto: https://mespack.com/es/pongase-en-contacto-con-nosotros/
Fuente: Asociación de Envases Flexibles