Los materiales biodegradables y compostables para envases flexibles y sostenibles son los principales focos de innovación de la industria
El cambio climático es una realidad que nos permite a cada uno de nosotros aportar nuestro «granito de arena» para ser más sostenibles. En el siguiente artículo, hemos recopilado las tendencias más recientes de la industria del envasado; juntos podemos avanzar hacia una economía circular.
Economía circular: El nuevo modelo
La economía circular se ha convertido en un modelo digno de seguir para todas las industrias, ya que estimula el crecimiento económico sin comprometer el medio ambiente. Además, ofrece grandes retos para suprimir el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y el aumento de los residuos.
Como movimiento global que tiene una transición diversa de un país a otro, depende del grado de industrialización, del nivel de desarrollo tecnológico y de la disponibilidad de recursos humanos cualificados, entre otros factores.
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) para 2030, un plan de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), esbozan las metas fijadas por la organización: https://sdgs.un.org/goals
Un consumidor muy concienciado con el medio ambiente
Las nuevas generaciones están cambiando el comportamiento de compra de los consumidores y sus actitudes hacia la sostenibilidad, lo que sin duda repercute en la industria de los envases. Actualmente, el 52 % de los consumidores (según Innova Market Insights) están dispuestos a pagar más por un artículo con envases sostenibles, aunque cada vez exigen más transparencia y honestidad en relación con la sostenibilidad de los productos. Los consumidores quieren conocer el impacto medioambiental de un envase y, en muchos casos, tener la garantía de una huella de carbono reducida influye en su decisión de compra.
A pesar del abundante uso de publicidad engañosa con expresiones como «verde» y «sin plástico», se está produciendo un aumento de la normativa para dar transparencia y veracidad real a la información que transmiten las empresas a los consumidores.
Envases cada vez más sostenibles
La tendencia de los últimos 10 años en el sector de los envases ha sido fabricar envases cada vez más sostenibles. En este sentido, el uso de papel y bioplásticos ha ido superando a los plásticos petroquímicos. Según «European Bioplastics», la producción mundial de bioplásticos, el 48% de los cuales se utilizaron para envases en 2022, casi se triplicará en 2027. La Unión Europea se enfrenta, entre otros, a los siguientes retos:
– Reciclar el 65% de los envases en 2025 y el 75% en 2030.
– Utilizar envases 100% reutilizables o reciclables para 2030
Envases flexibles
El envasado flexible es una tendencia que no sólo se distingue por su calidad, sino también por su rentabilidad, practicidad y sostenibilidad. Los envases flexibles personalizados con propiedades barrera ofrecen una ventaja única frente a los envases tradicionales, como la doble protección del producto; se prolonga su vida útil y se mantienen sus propiedades originales.
Inicialmente, este tipo de envase estaba destinado a las industrias alimentaria y químico-farmacéutica. En la actualidad, el envase flexible se considera «la nueva generación de envases», ya que está experimentando un enorme crecimiento y adquiriendo adeptos, entre los que se encuentran productores de la industria textil y de fertilizantes, así como de servicios promocionales.
El cambio de los envases rígidos a los flexibles
El envasado flexible puede reducir un 70% de plástico, en comparación con el envasado rígido. Además, optimiza el uso de materias primas con la tecnología de llenado de movimiento continuo, elimina el espacio de cabeza, ahorra hasta un 15% de film y utiliza sistemas de corte por láser, con lo que se ahorra hasta un 3% de materiales. Los envases flexibles sostenibles ofrecen múltiples ventajas sobre los envases tradicionales, entre las que se incluyen:
– Gran impacto en las estanterías: los envases doypack o stand-up son ideales para la exposición vertical en estanterías de grandes supermercados o en los lineales de las superficies de venta.
– Ahorro de costes ecológicos: respetuoso con el medio ambiente, ya que se utiliza un 75% menos de plástico que en los envases rígidos. Durante todo el proceso de producción, es extremadamente menos contaminante en comparación con el embotellado.
– Ahorro en costes de transporte: este formato reduce hasta un 90% su peso y volumen en comparación con otros, como las latas de vidrio o aluminio.
– Ahorro de costes de almacenamiento: gracias a la reducción del volumen de envases vacíos.
– Impresionante herramienta de marketing: envase de gran visibilidad (comunicación imagen/texto de 360º e impresión a todo color).
Tipos de materiales para films sostenibles
A menudo se utiliza genéricamente la palabra sostenible, pero es importante diferenciar entre envases reciclables, reciclados y biodegradables.
- Reciclable (ecológico)
Se trata de films que utilizan materiales no reciclados; existe una tendencia clara y creciente hacia los films monomateriales. El uso de envases flexibles LPDE para productos F&B creció un 8,6% entre 2018-2022, debido a la demanda de las categorías de comidas preparadas, carne, pescado y aves de corral. Estos materiales incluyen poliolefinas, mono PE y mono PP.
- Reciclado
Aunque el plástico fabricado a partir de material reciclado sigue siendo una opción cara en todo el mundo, su uso va en aumento. Además, se están aprobando normativas estrictas, como impuestos sobre los envases de plástico no reciclable, entre otras. Para ser considerado un film reciclado, el porcentaje de material reciclado varía de un país a otro. En algunos países, se puede considerar reciclado con un 20-30% de material reciclado (poliolefina), mientras que en otros, como Alemania, se exige un 90% de monomaterial reciclado.
- Biodegradable
Los envases biodegradables se definen como envases que experimentan reacciones de degradación, en un corto período de tiempo (6 meses), resultantes de la acción de microorganismos en condiciones que se dan naturalmente en la biosfera. El hecho de que un envase sea biodegradable no denota que sea compostable, ya que éstos, además de ser biodegradables, se degradan en contacto con los residuos orgánicos restantes, y se convierten en compost o abono por acción microbiológica en un corto periodo de tiempo (6-12 meses).
Algunos ejemplos de materiales biodegradables son el PHA (de propiedades similares al PE), el PHB y el PLA, que cada vez se utilizan más en el sector alimentario. Este tipo de film 100% biodegradable es totalmente respetuoso con el medio ambiente y compostable industrialmente, ya que cumple la norma EN13432.
Las cápsulas hidrosolubles son otro tipo de envase biodegradable, especialmente para las industrias de detergencia. Se fabrican con alcohol polivinílico (PVOH), un nuevo material de origen biológico, actualmente en fase de desarrollo, que se disuelve y biodegrada en dos pasos:
- Las cápsulas se mezclan con agua y se disuelven.
- Las cápsulas se biodegradan. Según el American Cleaning Institute, al menos el 60% de la lámina se biodegrada en 28 días y el 100% de la lámina se biodegrada en 90 días o menos.
Nuevos retos en materiales sostenibles
Cada año, con vistas a 2030, los fabricantes de envases flexibles han llevado a cabo investigaciones relativas al desarrollo de nuevos materiales, metodologías y avances técnicos, con el fin de lograr la máxima eficiencia y calidad para un envasado 100% sostenible. Algunos de los retos son:
– Nuevos envases fabricados con monomateriales flexibles biodegradables y compostables, como los fabricados con BIO FVSOL 60.
– Nuevos aditivos de refuerzo que mejoran las propiedades del biopolímero.
– Envases activos e inteligentes para prolongar la vida útil del producto envasado.
– Mejora de la temperatura de sellado y de la ventana de proceso.
– Menos rigidez y contracción.