Las Operating Comapanies de Duravant se unen para hacer donaciones a sus filiales locales de la Casa Ronald McDonald.
A medida que se acercan las fiestas, nuestro programa «Doing Good» adquiere un significado adicional en esta época del año. Muchas organizaciones que apoyan a los necesitados cuentan con una parte considerable de sus donaciones durante las fiestas y, mientras las familias se reúnen para pasar tiempo juntos, es un momento perfecto para reflexionar sobre las cosas por las que estamos agradecidos y pensar en cómo podemos actuar para hacer que la temporada sea un poco mejor para los demás.
Durante los últimos ocho años, las empresas de Duravant han colaborado con Ronald McDonald House Charities recogiendo artículos de aseo de viaje para las familias alojadas en las instalaciones de RMHC, recogiendo pop tabs para la campaña de recogida de pop tabs de RMHC, participando en el programa «Meals from The Heart» y realizando donaciones monetarias para apoyar diversas necesidades.
Una vez más, en estas fiestas, y en conjunción con nuestros otros esfuerzos de «Hacer el bien», cada empresa operativa de Duravant hizo una donación a su capítulo local de la Casa Ronald McDonald.
¿Por qué Ronald McDonald House Charities?
Muchas familias viajan lejos de casa y pasan varias semanas o meses para recibir tratamiento para sus hijos gravemente enfermos o heridos: mucho tiempo para estar lejos o para dividir una familia. Y, para los niños que se enfrentan a una crisis médica grave, nada parece más aterrador que no tener a mamá y papá cerca para que les den cariño y apoyo. Una Casa Ronald McDonald es ese «hogar lejos del hogar» para que las familias puedan estar cerca de su hijo hospitalizado con un coste bajo o nulo.
Las Casas Ronald McDonald se basan en la sencilla idea de que nada más debería importar cuando una familia está centrada en la salud de su hijo: no dónde pueden permitirse alojarse, dónde conseguirán su próxima comida o dónde recostarán la cabeza por la noche para descansar. Trabajan con la convicción de que, cuando un niño está hospitalizado, el amor y el apoyo de la familia son tan poderosos como el medicamento más potente que se haya recetado.