- La intervención del operario se reduce cada vez más gracias a las mejoras en el diseño de los equipos de envasado.
- La lubricación es una de las principales actividades de mantenimiento preventivo. Respetar la frecuencia requerida para este procedimiento es fundamental, ya que permite planificar las paradas de mantenimiento sin afectar a la producción programada y, además, garantiza que su máquina funcione al máximo rendimiento.
¿En qué consiste la lubricación de la máquina?
El mantenimiento de los equipos es esencial para garantizar que sigan siendo una herramienta útil para los fabricantes, independientemente del producto. Todas las máquinas contienen piezas que, durante su funcionamiento, rozan entre sí. Para reducir esta fricción y, en consecuencia, prolongar la vida útil de las piezas de la máquina, es vital lubricarlas con regularidad. «Este procedimiento, que consiste en aplicar -manual o automáticamente- un lubricante sobre una superficie, es uno de los principales procedimientos de mantenimiento preventivo que se deben llevar a cabo», explica Óscar Ortega, Director de Postventa de Mespack. «En el caso de la lubricación manual, se utiliza una bomba manual para lubricar la maquinaria mientras que, para la lubricación automática, utilizamos una bomba electrónica que bombea el lubricante en función de las necesidades de la pieza».
¿Con qué frecuencia hay que lubricar?
El operador del equipo dispone de un manual de mantenimiento en el que se especifica la frecuencia de lubricación necesaria para cada pieza de la máquina. «Como esta frecuencia varía en función del uso», apunta Ortega, «ajustamos dicha frecuencia en función de las horas de trabajo recomendadas por el fabricante de la pieza en cuestión».
¿Qué tipo de lubricante se necesita?
Es muy importante que los productos utilizados no supongan ningún riesgo para el producto que se envasa y, sobre todo, para el consumidor. Para ello, se utilizan lubricantes no tóxicos, aptos para uso alimentario y con diferentes especificaciones para las distintas partes de la máquina, «que los fabricantes pueden adquirir localmente con las mismas especificaciones, no siendo productos exclusivos de Mespack», explica el Director de Posventa de la empresa. «Esto también se indica en el manual de mantenimiento», añade.
¿Quién puede realizar este procedimiento?
Como realizar el procedimiento no es complicado, Ortega afirma que «pueden lubricar la maquinaria desde personal técnico hasta operarios de máquinas de cada fabricante». No obstante, es importante señalar que la intervención del operario es cada vez menor gracias a las mejoras en el diseño de los equipos de envasado. De hecho, la mayoría de nuestras máquinas se entregan ahora con un sistema de lubricación automática para mantener bien lubricados los mecanismos internos de la máquina. Para reducir aún más los tiempos de parada los clientes también pueden instalar un sistema de lubricación completo que lubrique los componentes de la parte frontal de la máquina.
¿Qué ocurre si el equipo no se lubrica cuando es necesario?
No realizar correctamente el procedimiento de lubricación limita la vida útil operativa de los componentes de la máquina, lo que tiene consecuencias negativas: en primer lugar, en el proceso de producción, con la necesidad de realizar paradas de mantenimiento no planificadas y/o sustituir las piezas afectadas; y, en segundo lugar, la posibilidad de que otras piezas de la máquina se vean afectadas, provocando una avería mucho más grave. Por ello, el Director de Posventa de Mespack insiste en que «respetar la frecuencia requerida para este procedimiento es fundamental, ya que permite planificar las paradas de mantenimiento sin afectar a la producción programada».